Vivir dentro del castillo, con la exclusividad que eso implica, con todos los lujos del mundo, tus sirvientes, sillones de cuero, grandes salones y grandes banquetes, grandes zonas ajardinadas, invitados glamurosos...
Vivir fuera de la muralla, en calles aglomeradas, transeuntes con prisa, días de lluvia, o tardes de biblioteca...
Preocuparte por tu futuro versus dejar que elijan tu futuro.
Tu decides principe o plebeyo. Pero, independientemente de lo que elijas,
se coherente con ella